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Colchones antiescaras

¿COMO ELEGIR UN COLCHON ANTIESCARAS?

Para la correcta elección de un colchón de este tipo, debemos tener en cuenta: el peso máximo que es capaz de soportar, el tratamiento para el que va dirigido, la prevención del riesgo de UPP y el material de fabricación. 

Dentro de los colchones antiescaras, podemos diferenciar entre: 

Colchones de aire: fabricado en material flexible, se infla mediante un compresor. Los colchones antiescaras de aire están fabricados con materiales derivados del plástico, con gran resistencia a la abrasión y baja densidad. 

Colchones de poliuretano: con un material plástico y poroso, está formado por una agregación de burbujas conocidas como gomaespuma. Cuanto más densos son los colchones, más firmeza tienen. 

Colchones de viscoelástico + Poliuretano (PU): la viscoelástica posee gran firmeza, adaptándose al contorno del cuerpo. Este tipo de colchón está compuesto de material viscoelástico, del que podemos encontrar diferentes calidades y grosores, y de poliuretano (núcleo) que, al fusionarse, adoptan una configuración en bloque. 

Los colchones y cubrecolchones de aire están compuestos de dos piezas: el colchón en sí y el compresor. El compresor está conectado al colchón y es el que hace que éste se llene y luego mantenga el volumen necesario para ejercer sus funciones. 

Estos colchones pueden ser de celdas o tubulares: los de celdas son los más básicos y sirven de prevención; mientras que los colchones antiescaras tubulares están indicados para personas con riesgo más alto a padecer escaras. 

En el caso de aquellos colchones de aire dirigidos a una prevención de riesgo alto o muy alto, cuentan con una base incorporada con la que, a diferencia de los colchones antiescaras de prevención de riesgo bajo- medio o cubrecolchones, no necesitan un colchón adicional. 

Dependiendo de este tipo de colchón, el tiempo de inflado puede variar, desde unos veinte minutos los más básicos, hasta unos cuarenta minutos los de gama más superior. Una vez tengamos el colchón totalmente inflado, con el compresor procederemos a regular la presión en función del peso del paciente. El paciente no debe tocar la base del colchón, así que si una vez acostado la toca, deberemos incrementar gradualmente la presión hasta evitar este contacto. 

Es aconsejable que el compresor se coloque colgado de los pies de la cama, para que no roce con nada y no emita vibraciones, que pueden ser más molestas y provocar más ruido, como por ejemplo si se coloca en el suelo. 

Los cubrecolchones básicos no traen funda, se colocan sobre el colchón y encima se ponen las sábanas. Los colchones y cubrecolchones de gama media y superior ya traen una funda. Normalmente estas fundas son permeables al vapor e impermeables al agua. En algunos modelos también las podremos encontrar con tratamiento antibacteriano.

  

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