Taloneras de borreguito sintético: el más tradicional, acolcha y permite que el aire circule permitiendo una correcta oxigenación de la piel. Siempre hay que intentar cepillarlas o sacudirlas para evitar su deterioro y que se mantenga en buenas condiciones.
Taloneras acolchadas fabricadas en poliéster y fibras siliconadas ligadas entre sí que evitan la pérdida de volumen y mantienen ese efecto esponjoso.
Taloneras de suspensión para curar úlceras ya formadas, la talonera de suspensión abraza el tobillo y deja el talón sin apoyo para que no se ejerza ninguna presión sobre él. La falta de presión favorece mucho la curación de la úlcera.
Por otro lado, las botas antiescaras cubren todo el pie y evitan también el roce de las sábanas con los dedos, otra zona de riesgo debido al roce de la ropa de cama.
Importante destacar la bota de lana natural, fabricada en piel natural con proceso medicinal para el confort y la prevención de escaras. La bota antiescaras de lana natural disminuye la fricción y el deslizamiento, absorbe la humedad y previene las úlceras por presión.
Por último, el soporte de talón viscoelástico y la bota de suspensión antiescaras están fabricadas en una espuma viscoelástica con efecto memoria. Dirigida a pacientes con un grado medio-alto de aparición de escaras y también para aquellos pacientes agitados que poseen una movilidad alta de los miembros inferiores. Recomendada en tratamiento de diabetes y dolencias cardiovasculares entre otras.
