Los cojines antiescaras están recomendados para personas que pasan largos periodos de tiempo sentados. Su principal objetivo es evitar que se formen llagas o úlceras por presión. Para elegir el cojín antiescaras adecuado debemos tener en cuenta el grado de riesgo que existe en el usuario.
- Riesgo medio: personas sin problemas de estabilidad y que cuentan con cierta capacidad motora. Iría muy bien un cojín de gel que mejora su confort y reduce notablemente las presiones.
- Riesgo medio-alto: personas que presentan dificultades para la estabilidad y tienen una movilidad muy reducida. Iría mejor un cojín viscoelástico ergonómico o, incluso, uno de aire.
- Riesgo muy alto: personas totalmente inmovilizadas. La mejor opción es un cojín de aire de celdas.